"Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mi" (Gal. 2, 19-20)

lunes, 4 de mayo de 2015

CRÍTICA Y CALUMNIA



¿Cuál es la diferencia? Imaginemos que mi amigo Paco sale a la calle mal vestido y yo pienso “¡Menudo mal gusto que tiene Paco!”. Si yo voy donde él y le digo: “Paco, ten cuidado a la hora de conjuntar tu ropa”, puede que me esté metiendo donde no me llaman, pero no estoy criticando.

Si por el contrario, yo me acerco a una tercera persona que en nada puede ayudar a Paco respecto al problema que nos ocupa y le digo: “¿Has visto que mal vestido va Paco?” entonces ya estoy criticando. Aunque sea verdad lo que diga.

Y luego está la calumnia. Misma situación: Paco va mal vestido, yo lo veo, voy donde una tercera persona y le digo: “Hoy Paco salió a la calle desnudo”. He cogido la verdad, la he manipulado a mi antojo hasta conseguir decir lo que es falso, y encima lo difundo con ánimo de difamar.


Estas situaciones se dan a nuestro alrededor con mucha más frecuencia de lo que nos imaginamos. Y es una pena, ya que el cristiano a veces muere por la lengua. La lengua nos tienta, delata lo que somos y nos condena si la dejamos. Según el Papa Francisco en su IV catequesis dedicada a la misión de la Iglesia, “Cuando se chismorrea en las parroquias, ¿es bueno o no? Y uno es elegido presidente de esa asociación, se rumorea contra de él; y si esa otra persona es elegida presidente de la catequesis, las otras hacen habladurías contra de ella. Pero, ¿es esta la Iglesia? Esto no se debe hacer. No tenemos por qué hacerlo”. Posteriormente añadió en tono jocoso: "No les digo que se corten la lengua, no, no hasta allá, no…¡Pero, pidan al Señor la gracia de no hacerlo!" Sin embargo yo creo que hay veces que sería mejor cortársela (“Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehena”. Mt 5,29). Aunque sin necesidad de llegar tan lejos, lo que pido para quien critica y/o calumnia es su conversión, ya que está claro que está sin convertir pues la calumnia y Dios no caben en un mismo corazón.